Cuando la organización del Bilbao BBK Live apostó por Kings of Leon como cabeza de cartel para el viernes, tendría que haber subido la cobertura de su seguro de resposabilidad civil, porque está claro que los de Nashville tiene una extraña relación con la climatología. Si hace unos años llegaron acompañados de un mini tornado a Benicassim que obligó a cancelar su actuación, ayer provocaron un chaparrón en Bilbao, que paralizó el festival durante media hora.
Afortunadamente todo quedó en un susto, y el show pudo continuar. Los que más pedieron fueron los más que correctos Vaccines y un inspiradísimo Mark Lanegan, quienes vieron sus actuaciones reducidas a unas pocas canciones.
Durante el chaparrón, la mayor parte de los asistientes optó por refugiarse como pudo, mientras que algunos otros, aprovecharon la situación para surfear la ladera que cierra el escenario grande del BBK. El vídeo que podéis encontrar aquí, merece la pena.
Por cierto, durante la lluvia me acordé de los del camping, que parece que este año tampoco lo están pasando demasiado bien. Saturado el año pasado porque todos los abonos daban derecho a camping, este año se ha optado por situarlo en un espacio más amplio y más o menos cercano al festival. Sin embargo parece que los servicios no están a la altura. Esperemos que, siguiendo el ejemplo del Arenal Sound tras aquella mítica edición de la “Lluvia de Mierda”, el Bilbao BBK Live tome buena nota y soluciones las deficiencias de una infraestructura básica para seguir creciendo, o simplemente mantenerse, como gran festival.
El primer concierto que vimos completo fue el de Gary Clark, Jr. y menudo acierto. El de Austin (Texas) dió lo que solo puede denominarse como una lección de música. Completamente desatado con la guitarra, ofreció un nivel de rock y rhythm & blues inolvidable. Sencillamente, el concierto del festival y puede que del año.
Un poco antes, y mientra aún llovía, Fuel Fandango evidenció el daño que ha hecho un gobierno de Patxi López a este país. En Bilbao, unos cordobeses llenaron y reventaron la corpa Vodafone a base de techno rumba de fácil digestión. Si Sabino Arana llega a enterarse…
Y por fin los Kings of Lion en un festival. Sólidos y apoyados en un setlist que recorrió toda su discografía, la familia Followill no se permitió muchas florituras y aportó por su lado más sureño y menos garagero. Lo más arriesgado de la noche fue un solo de Caleb, antes del cual se disculpó por si mandaba a alguien a la cama. “Sex on fire” sigue reinando entre todas sus canciones, y como “I just get enough” el día anterior, reventó el festival.
Como fin de fiesta PIL, herencia bastarda de Sex Pistols con demasiado pasado y futuro incierto. Autoparódicos por momentos, John Lydon y los ofrecieron pasajes brillantes (“Warrior”), pero dejaron un poso de indudable caducidad.
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Escrito por Iñaki Espejo-Saavedra el 13 July, 2013
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