De entre todas la marcas, del sector que sean, que recurren al marketing masivo para promocionarse quizás Red Bull sea actualmente el modelo de mayor éxito, con la Fórmula 1 como mejor ejemplo de ello.
En cuestiones más especializadas como la música, conocía de oídas el concepto de Red Bull Music Academy, pero después de haber visitado in situ su edición madrileña, puedo confirmar que es otro acierto de estrategia.
La idea de juntar jóvenes creadores con artistas ya consagrados no es una nueva (hubo una vez un programa de televisión de cuyo nombre no quiero acordarme…), pero el enfoque de la RBMA ha hecho que haya sido un éxito.
60 incipientes productores, músicos o djs han pasado dos semanas en la Nave de Música del Matadero equipada con un despliegue de equipo sin precedente y convertida en un enjambre de creatividad.
Para el público general, la RBMA ha tenido reflejo con una programación de conciertos de electrónica desconocida para Madrid, que ha dejado noches importantes como las de Erykah Badu, Esplendor Geométrico y, sobre todo, Neil Rodgers y Chic. Además, ya fuera para tocar o enseñar, por Madrid han pasado gente de la altura de Alva Noto, Tom Zé, Tony Visconti o Peaches.
La RBMA cerró el viernes pasado, pero en el Matadero se quedan toda la infraestructura cedida al Ayuntamiento de Madrid que teóricamente la pondrá a disposición del público en un régimen aún por determinar.
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Escrito por Iñaki Espejo-Saavedra el 1 December, 2011
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