Christina Rosenvinge publicará antes de final de año Un caso sin resolver, un ambicioso recopilatorio que resume su carrera hasta a fecha a través de cuatro CDS y un DVD. Como novedad, la madrileña ha regrabado junto a Raül Fernández de Refree y Aurora de Boat Beam cinco canciones en formato acústico, dos de Christina y los Subterráneos (de Que me parta un rayo), una de La Joven Dolores, y dos versiones, el “Hallelujah” de Leonard Cohen y “El sud” de Els invertebrats de Refree.
Pero el trabajo de Christina con Refree y Aurora no se ha limitado solo a grabar estas cinco canciones, sino que con el nuevo formato han ensayado todo un repertorio, que ayer en el Neu! Club se complementó con lo mejor de sus dos últimos discos y alguna concesión adicional al pasado.
Christina siempre ha sido un músico muy sociable y muy dada a colaboraciones, pero no recuerdo haberla visto tan cómoda y con tanta química (me imagino que exclusivamente musical), como con Refree. De hecho, tampoco tengo memoria de un concierto tan extrovertido por parte de Christina como el de ayer. En el Neu! tocó el piano sentada encima de Raül, cantó mientras le hacía mimos en el pelo, y sobre todo, estuvo encantadora y no paró de dar explicaciones y contar mil anécdotas sobre sus canciones.
En lo musical, la nueva faceta de Christina merece sin duda la pena. Depejadas de percusión y electricidad, las canciones de Christina crecen en belleza con la desnudez y las texturas que aporta Raül, y todo su repertorio, ya suene una canción de La Joven Dolores, de Continental 62 o incluso de los Subterráneos, adquiere una sorprendente coherencia que gira en torno a la melodía.
Lo pudimos comprobar desde el inicio de concierto, porque Christina comenzó con tres canciones recientes -“La distancia Adecuada” y “Negro cinturón” de Tu labio superior y “Tu sombra” de La Joven Dolores-, para luego saltar con toda naturalidad a “As the Wind blow” del Frozen pool (2001), o “Alguien que cuide de mi” y “Mil pedazos” de Que me parta un rayo (1992) de Los Subterráneos.
El público, formado casi íntegramente por fans veteranos, recibía encantado las canciones antiguas (celebradísima “Tok, Tok” de Continental 62), y cada intervención de Christina (menuda historia la de “Tu por mí” sobre una compañera de piso que, aún con final feliz, pasa por Ballesta), y no dejaba de piropearla.
Con el “Hallelujah” de Leonard Cohen (Christina contó que ya la había cantado con John Cale) y un pelín de psicoledia en la guitarra de Raül, terminó la primera parte del concierto, que continuó con dos bises. En el primero, un tanto “sentimental”, sonó “No lloro por ti” de Verano Fatal (el disco con Nacho Vegas), y “Jorge y yo” (sobre un novio que le pidió que nunca le compusiera una canción). Para el segundo, “Nadie como tu” y una coreada -¿Quien eres tú niña loca?- “Canción del Eco”.
Más información:
28 October, 2011 at 16:10
“Jorge y yo” habla de la infancia de ella y su hermano Jorge. El comentario irónico sobre un antiguo novio que no quería que le escribiese canciones iba probablemente por Nacho Vegas (la mitad de su último disco, por cierto muy bueno, va de su ruptura con Christina).