Último día del FIB 2011, así que había que aprovechar el domingo comenzando por Los Eterno, Fino Onoyarte y Cristina Plaza de Clovis con Nacho y Jaime de Lou Anne. Juventud y experiencia combinadas en un grupo al que le sobra calidad, pero aún le falta un poco de ritmo, sobre todo para tocar a las seis de la tarcer.
Cat People estuvieron elegantes y más que correctos sobre el escenario grande presentando Love Battle, para dejar paso a unos sorprendetes Noah & The Whale (para mí eran desconocidos), que me entretuvieron muchísimo y que por un rato ronaron con un tono grave cercano a The National.
The Joy Formidable fueron otra de las sorpresas del festival, con un enérgico directo comandado por la eléctrica Ritzy Bryan a la que no podía parar ni el viento que había comenzado a soplar con fuerza.
Hidrogenesse en escenario pequeño reunieron a todos aquellos que no querían ver a Portishead. Conscientes de que su público se estaba perdiendo uno de los conciertos del año, el dúo barcelonés ofreció su ya tradicional show, si cabe con un punto más de energía y diversión.
Por empezar por el final, Portishead dieron uno de los conciertos del año y seguramente el mejor del FIB 2011. No eran teóricos cabezas de cartel, pero como si lo fueran. Y eso que eligieron un setlist muy parecido al del Primavera hace unos años, perfecto para el Auditori o un escenario abierto en Barcelona (con un público que ama el silencio), pero difícil para un FIB lleno de hooligans. Sin embargo, Beth Gibbons tocaron a tal nivel que incluso llegaron a amansar a la mayor parte de las fieras y prácticamente en cualquier sitio del escenario Maravillas podías encontrar la intimidad suficiente para disfutar el concierto. Madre mía que sonido, sonaba cada detalle de las baterías como si estuvieras a medio centímetro, y que canciones, de leyenda “Wandering Star”, “Glory Box” o “It’s Time To Move Over”.
Tras la imnesión en el espacio Portishead, despertar era difícil, pero si poner tanto empeño como The Go! Team y Nija, su vocalista, la cosa cambia. Pocos matices, muchos saltos, todo ritmo y, si la cosa funciona, para qué necesitas más.
Y por fin, el momento más esperado por muchos de los asistentes al FIB 2011, Arcade Fire cerrando su gira y más en forma que nunca. No serán mi grupo favorito jamás, pero hay que reconocer que han llegado a un nivel reservado a muy pocos. Conservaron el mismo sonido cercano a la perfección (tocando para 50.000 personas), del que habían disfrutado Portishead, y facturaron un setlist redondo. Comienzan fuertes con “Ready To Start” y “No cars go”. No dejan decaer nunca el concierto, alternado hits y medios tiempos para que la gente se emocione tanto como baila, y terminan primero con “Wake up” en plan épico, para cerrar de forma íntima y para fans gracias a “Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)”.
Todo esto sería perfecto si no lo aderezaran con altas dosis de circo gratuito, motivo por el cual nunca me creeré del todo a Arcade Fire. Desde la ropa que se ponen, los gestos, muecas, saltos o bombos voladores tan milimetrados como innecesarios para un grupo que puede presumir de contar con el mejor directo de la actualidad.
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Escrito por Iñaki Espejo-Saavedra el 25 July, 2011
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