Primer día del Dcode, el nuevo festival de Madrid organizado por la principal promotora de conciertos de nuestro país, Live Nation. El lugar elegido para ofrecer los conciertos ha sido el Complejo Deportivo Cantarranas, un espacio de hierba y tierra compacta que evita el polvo y cuenta con árboles alrededor, por lo que hay zonas de sombra desde las que poder descansar y combatir el calor, uno de los principales enemigos de las primeras horas de cualquier festival madrileño.
En cuanto a los servicios, de nuevo (como en el Día de la Música) el proveedor principal es Heineken, por lo que muchos proveedores y parte del personal de las barras cuentan con experiencia de sobra en este tipo de eventos (FIB), lo que hace que la bebida fluya con comodidad. Que la bebida fluya siempre y cuando tengas más de 18, porque una de las principales características del festival es la jueventud de muchos de sus asistentes.
Ayer el cartel combinaba grupos para fans (My Chemical Romance, Sum 41 o All time Low), con otras propuestas bastante más senior (Foster the People, Eels, Band Of Horses), y un punto de encuentro generacional (Lori Meyers). ¿Resultado? En las primeras horas hordas de teens derrochando entusiasmo, a pesar de tener que mantenserse abstemios al ser marcados con una pulsera de “menores” cual Estrella de David de otros tiempos, que poco a poco fueron dejando paso a la bien regada pero aburrida senectud treintañera de la que nosotros formamos parte.
Si lo de la bebida está bien resuelto, lo de la comida es ejemplo de lo contrario. Lo único que podías cenar en todo el festival eran unos bocadillos de batalla de tortilla o jamón que se terminaron antes de las 12. Por lo que a partir de medianoche, a beber cerveza y Jagermeister y discutir sobre si era tan complicado poner un Kebah, un salchichauto o cualquier opción de avituallamiento habitual en cualquier festival.
En cuanto a los escenarios, el Dcode ha optado por una solución curiosa que no se venía desde algún Festimad del pasado. Hay dos escenarios alternativos prácticamente del mismo tamaño situados juntos y en paralelo. En un primer vistazo sorprende y parece que puede resultar incómodo (la gente que espera a un nuevo concierto se puede superponer a la que disfruta del final del anterior), pero en la práctica es todo lo contrario porque no se solapan en cuanto a público, se libera mucho espacio (para puestos de comida por ejemplo (sic)), y no tienes que moverte de una esquina a otra del recinto para cambiar de escenario.
¿Y la Música? Ahora vamos. A primera hora comenzaron a meter ruido del bueno Toudra y Nothink, que sonaron tan potentes como equilibrados y sorprendieron a más de un teen que esperaba para ver a sus ídolos bastante peores musicalmente que estos dos grandes grupos de Aloud Music. Seguro que más de un fan de Sum 41 o All time Low ha entrado hoy en la web de Aloud, ha descargado gratis algún disco, y ha visto la luz.
Por sorpresa pudimos ver a Autumn Comets que saltaron del escenario Eastpak-Mondo Sonoro al espacio principal del festival ya que All time Low se retrasó y terminó tocando brevemente después de My Chemical Romance. Los madrileños ofrecieron un concierto divertido que entretuvo a quienes esperaban a Sum 41, tocando las canciones de sus dos discos autoproducidos y alguna curiosa versión con la de “Paper Planes” de M.I.A.
Tras ellos, Foster de People llegaban con la vitola de grupo electrónico de moda en Estados Unidos gracias a Torches, su primer disco recién editado. Mezcla de la contundencia de MGMT y la elegancia del sonido mediterráneo de Delorean, los californianos ofrecen una propuesta de lo más interesante pero complicada de digerir a media tarde, pleno sol, y cientos de jóvenes gritando. Por la noche y a otra velocidad, “Pumped Up Kicks” podría haber sido imbatible.
Sum 41 era uno de los atractivos del día y a golpe de guitarrazo punk pop atrajo a toda la chavalada que no paró de bailar, saltar y hacer pogos. Yo en mis tiempos fui durante una temporada fan de Green Day y Offspring, así que, aunque era otra cosa, lo entiendo.
Eels fue sencillamente maravilloso. Uno de los mejores conciertos en los que he estado en los últimos años con diferencia que justifica por si solo todo el festival. Preciso en cuanto a sonido, perfecto en el setlist y apabullante en la reinterpretación blusera que hizo de lo mejor de su discografía. Acompañado por un grupazo que incluía metales, con tres guitarras sublimes y una clase al alcance de muy pocos, Mark Oliver Everett demosotró que, si no lo está ya, poco le falta para la altura de Neil Young. A recordar especialmente, “Novocaine for the soul”, la versión de “Hot Fun in the Summertime” de Sly & The Family Stone con la que presentó a la banda y “Fresh Blood”. Por gustarme, me gustaron hasta las tontas bromas sobre que el batería amaba la siesta y la sangría.
Band of Horses dieron otro gran concierto deslucido un poco por culpa de unos graves desatados que martillearon sobre todo a las primeras filas. A pesar de todo, sus canciones son tan grandes que se pueden sobreponer a todo, más si cabe si te tomas tu trabajo con el entusiasmo y las sonrisas contagiosas de todo el grupo. Tocaron muy pronto “Compliments” y “Laredo”, y dejaron para el parte final la maravillosa “Infinite arms”.
Si la semana pasaba hablábamos en el Día de la Música de lo que han crecido Vetusta Morla, hoy tenemos que destacar lo bien que se defendieron Lori Meyers cerrando el festical en cuanto a conciertos. En formato elegante (trajes y dos baterías), los granadinos repasaron su último disco y sus hits en un espectáculo que no por ya conocido deja de ser divertido. Con otro disco como Cuando el destino nos alcance y Palacio de los Deportes. ¿Bueno o malo? No lo sé, en cualquier caso es su decisión.
Más fotos por Bennet o Flashman:
Más información:
26 June, 2011 at 14:14
evita el polvo?
27 June, 2011 at 0:04
Ostras! ahi que me he visto. GOD BLESS AMERICA.