El ciclo Heniken Music Selector dominaba ayer jueves la oferta musical madrileña con la Human League en el Teatro Circo Price, y aún tenía músculo para contraprogramarse a sí mismo con Sam Amidon en el Costello Club. Sam es un joven (30 años) cantante y compositor folk americano, que llegaba a Madrid con la vitola de haber sido bendecido por Pitchfork con un 8.1 en su último disco (The King of Limbs de Radiohead por ejemplo ha tenido un 7.9). Sin embargo, visto ayer de lo que es capaz, no necesitaba bendición alguna.
El de Vermont comenzó a repasar su último trabajo por la canción que le da título “I See The Sign”, y pronto dejó claro que posee el dominio absoluto de cualquiera de los matices que puede presentar el folk actual. Puede hacer una canción con banjo a lo bluegrass y oler a establo (“Daniel in the Lion’s Den”), para, con total naturalidad, coger la guitarra en la siguiente y pegar un salto de 20 años en la historia del folk para sonar como Sufjan Stevens.
Bien acompañado de un discreto Chris Vataralo en el bajo y la percusión, Sam fue alternando las canciones con sentidas explicaciones de las mismas o anécdotas simpáticas, como la Chris reproduciendo en la radio los sonidos que consigue con una bateria completa simplemente con las manos y dos o tres objetos encontrados al azar.
Con la sala completamente en silencio e hipnotizada por su virtusiosmo, Sam se atrevió a darle un toque jazz a “Home Come That Blood”, o explotar la emotividad de “Rain and Snow”. “Relief”, versión R. Kelly, su tema favorito de todos los tiempos, cantado con emoción y a medias con el público, sirvió de gran final de un concierto que aún tuvo tiempo para un bis (si no me equivoco, “Wedding Dress”).
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Escrito por Iñaki Espejo-Saavedra el 6 May, 2011
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