Crónica del El Columpio Asesino + Edredón @Pop & Dance, Rock Kitchen

Escrito por Iñaki Espejo-Saavedra el 15 April, 2011

Pese a competir con uno de los conciertos del año, Deerhunter, el ciclo de concierto del Pop & Dance en la Sala Rock Kitchen demostró ayer jueves músculo y salud suficientes ofreciendo un nuevo llevo para recibir a El Columpio Asesino. Además el lleno no era uno cualquiera, sino que estaba formado mayoritariamente por fans con una total y contagiosa predisposición para celebrar todas las canciones que tocaron los de Pamplona.

Comenzaron Edredón, un combo madrileño de electro rock instrumental tan agreste como atrevido. Electrónica y guitarras bien empastadas pero quizás demasiado agresivas para una hora tan temprana. Estaremos atentos a sus noticias.

El Columpio Asesino subieron al escenario con ganas de tocar su flamante nuevo disco así que sencillamente comenzaron por el principio con “Perlas”, “Diamantes”, “Corazón Anguloso” u “On the Floor”. Los primeros compases del concierto fueron de tanteo, como si el grupo estuviera probando las hechuras del escenario y del sonido para asegurarse de que podían resistir lo que estaba por venir. Visto que las tablas y los altavoces podrían aguantar, sonaron los primeros acordes de “Toro” y comenzó la tormenta. Es increíble el poder que tiene un hit resultón, una canción que, además de un estribillo que merezca la pena corear, posea un ritmo que te permita saltar para celebrar u olvidar aquello que estimes más pertinente. “Toro” cumple de sobra con esos requisitos, así que sirvió de punto de inflexión perfecto y convirtió el concierto en una fiesta.

Lo que sonó después es prácticamente irrelevante, todo fue festejado a ritmo lineal ascendente (incluso la aparición de David Kano en “Caín”), hasta llegar al paroxismo final (pogo y crow surfing), con “Vamos” de Pixies.

En el bis, primero sosiego con “Cisne de cristal”, épica sobre sintetizadores y guitarras con “Lucas 44-48” y despedida triunfal con “Floto”. Benditas noches en las que terminas con los oídos pitando.