Crónica del concierto de Odio París y Cosmen Adelaida @Ochoymedioclub

Escrito por Iñaki Espejo-Saavedra el 20 March, 2011

Pin&Pon Djs, o lo que es lo mismo, Rafa y Joan, pinchaban en el Ochoymedio, así que aprovecharon la ocasión para traerse a Madrid a Odio París, una de las bandas franquicia de su sello, El Genio Equivocado.

Invitados por Odio París, teloneaban Cosmen Adelaida, un grupo que gracias a su capacidad para enlazar buenas letras en castellano y guitarras, no deja de tocar y crecer. Lamentablemente, ayer no fue su mejor día. Comenzaron con ganas con “Viernes” e “Ishmael”, pero pronto se vieron lastrados por varias circunstancias adversas. Javi Egea rompió una cuerda (Odio París tuvieron que dejarles una guitarra), a Nacho de la Hoz se le estropeó un pedal y a la batería le dejó de sonar el bombo. Aun y todo, aguantaron el tipo y terminaron con bastante dignidad junto a Javi Betacam sobre el escenario y “A todo color” y “El viaje del Héroe” (original de Betacam).

Odio París llegaban a Madrid con tan solo un single publicado (Cuando nadie pone un disco), pero con un montón de canciones a punto de ver la luz en su primer LP. Les comparan con asiduidad con Los Planetas, aunque sobre el escenario yo vi más veces a Kevin Shields que a J. No tiene demasiada importancia, My Bloody Valentine también fueron influencia de los granadinos. “Nada más lejos”, la cara B del single fue la primera canción que tocaron, acompañada por “Ya no existes”, “Don de Traci” y muchos más decibelios de los necesarios para sonar en una Sala complicada como el Ochoymedio. “Enséñame”, “Infierno” o la versión del “When you Sleep” de My Bloody Valentine siguieron demostrando el voltage y la calidad de la propuesta de Odio París, pero también sirvieron para echar en falta algún matiz adicional y sobre todo, que se oyeran las voces. “Cuando nadie pone un disco”, brilló casi al final de un concierto que se cerró con otra versión de título especialmente oportuno (“Electricity” de OMD), seguida por “1 de noviembre” y “Ahora sabes”. Sin duda buen concierto, pero nos quedamos con ganas de volver a Odio París en un escenario con mayor facilidad para absorber la contundencia de su sonido.