Las manías de los Kings of Leon en los festivales (baño privado…)

Desde aquel extraño incidente en el que unas palomas desalojaron a los Kings of Leon del escenario del festival de St. Louis a base de mierda (literal), corre el rumor cada vez más extendido de que los de Nashville se han convertido en una especie de divas. La última anécdota sobre este asunto la cuenta, nada más y nada menos que Andy Cato de Groove Armada en su blog, quien ha compartido cartel con los Kings en el festival V.

Según cuenta Cato con cierta ilaridad, mientras Paul Weller, Kasabian, Florence, Stereophonics o Groove Armada compartían con normalidad el espacio de la zona de artistas del festival, los Followill exigieron que les reservaran uno de los baños y que un guardia de seguridad se aseguraba de que nadie más hacía sus cosas en dicho lugar.

Además, parece que los Kings of Lion estuvieron a punto de tener un altercado con otros músicos del festival cuando se montaron en cuatro Range Rovers negros llenos de guardaespaldas y Tom Findlay (el otro Groove Armada) les hizo una peineta, gesto al que respondió el batería de los Kings parando el coche y montando un pequeño número con Tom y Paul Weller.

Ambas historias tienen mucha más gracia contadas por el propio Cato y me imagino que no serán las primeras que vayan surgiendo. Por cierto, Kings of Lion tocan en unos meses en Madrid.

Out of nowhere came a very large man. “Reserved for the Kings of Leon” he said, “and so is this half of the artist toilets”. It’s hard to believe that someone actually phoned their agent and said “Listen I know that Paul Weller, Kasabian, Florence, Stereophonics, Groove Armada + co are all sharing the artist village and facilities, but we require that you put a fence down the middle of the toilets and showers and put a large man there to keep them just for us.” But somebody did.

…4 blacked out Range Rovers came round the corner. One for each King of Leon. As it became clear what all this presidential fuss was about, tom gave the worldwide one fingered sign of dislike as the cars went past. The last one stopped. The drummer got out making “come on then” type gestures. “Come on then” Tom gestured back. Instead, the drummer went back behind his bodyguards, and, pointing towards Tom, Paul Weller, and the various other musicians who were pinned by the side of the road, said “I want them removed.

Vía Stereogum.

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