Como era de esperar viendo la proporción entre abonos y entradas de día, la tercera jornada del BBK Live sufrió un importante bajón de público (21.000), en comparación con el viernes (31.000) e incluso con el jueves (24.000). Aún así, el festival ha cerrado respaldado por más 76.000 espectadores, lo que, en los tiempos que corren, supone un éxito rotundo. Sin embargo, por mucho que estas cifras hagan que cualquier cosa tenga sentido, el BBK sigue sin carburar como verdadero festival, y si quiere consolidar su posición o incluso crecer, tendrá que empezar a hacerlo.
En cualquier caso, y hablando ya de temas prácticos, se agradeció mucho la disminución de público porque permitió disfrutar de varios buenos conciertos con bastante comodidad.
Programados a primera hora, nos perdimos a The Maccabees y a Los Campesinos!, la cuota pop del festival que mereció mejor horario. Nos cuentan que sus conciertos fueron buenos, calurosos y casi privados. Llegamos con Jeff Tweedy ya sobre el escenario y bajo un sol propio de festivales más septentrionales. Armado únicamente de guitarra, armónica y canciones de Wilco (sobre todo de A ghost is born, 2004 y de Yankee hotel foxtrot, 2002), se bastó para divertir e incluso emocionar a los pocos valientes que pudieron aguantar el inmisericorde calor.
A continuación, The Soundtrack of our Lives y Feeder nos recordaron que el hilo conductor del festival eran los 90. Los primeros, en el escenario grande, estuvieron ruidosos y entretenidos, y los segundos, en el pequeño, sencillamente magníficos. Tenía la impresión que Feeder, grunge británico, era un grupo “one hit wonder” (“High”), pero afortunadamente la memoria en muchas ocasiones me falla. Había olvidado otros temazos como “Waiting for changes”, “Imsonia” o “Just the way I’m feeling”. Con estos mimbres, combinados con algunas canciones nuevas y una versión de “Breed” de Nirvana, los galeses ofrecieron una de las actuaciones más solventes del festival.
Tras Feeder, fue el turno de otros galeses, Manic Street Preachers, que ofrecieron su versión más potente y eléctrica. Comenzaron con “Motorcycle Emptiness” del Generation Terrorist (1992), y fueron recorriendo el resto de su discografía a buena velocidad, obviando un poco sus últimos discos (de Journal for Plague Lovers creo que solo sonó “Jackie Collins Existential Question Time” y de Send Away the Tigers “Autumnsong” y “Your Love Alone Is Not Enough”), y deteniéndose sobre todo en su mejor disco, This Is My Truth Tell Me Yours (1998), del que tocaron “The Everlasting”, “Tsunami”, “You Stole The Sun From My Heart” e “If You Tolerate This Your Children Will Be Next” (que menciona a un brigadista internacional) como cierre.
Fatih no More eran el plato fuerte del sábado. Creados en 1981, separados en 1998 y reunidos de nuevo el año pasado, los californianos demostraron que su vuelta a merecido la pena. Mezclando pop, funk y rock, ofrecieron un grandes éxitos de su carrera, aderezando las canciones con la simpatía y la clase de un inspiradísimo Mike Patton. Hablando un chicano muy solvente (llegó a cantar “Evidence” medio en castellano), el cantante de Fatih no more dió un recital de como animar y divertir en un concierto ante un público que, sorprendentemente, se mostró algo frío (“Soy puto y putero”, “Vascos pareceis fuamos, ¿estáis esperando a la discoteca?”, “Que tocamos ahora rude o balad, ¿me temo que balad no?”).
Destacaron la gran cantidad y calidad de versiones que tocaron, “Reunited” de Peaches & Herb (la primera canción del concierto), “Easy” de The Commodores, “Ben” de los Jackson 5, “Carros de fuego de “Vangelis”, “Poker Face” al comienzo de “Chinese Arithmetic” y para cerrar el concierto, This Guy’s in Love with You de Burt Bacharach. Muy grandes Faith No More y Mike Patton.
Tras el buen sabor de boca que nos había dejado el concierto de Fatih no More, cerramos el festival viendo amanecer con unos hiterísimos djs del Independance.
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Escrito por Iñaki Espejo-Saavedra el 12 July, 2010
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