Los Planetas hace tiempo que no son un grupo más de nuestra escena, sino un auténtico fenómenos de despertar pasiones encontradas. Aunque suene a tópico, a nadie dejan indiferentes y prácticamente todo el mundo tiene una opinión que suele ser extrema.
Una Ópera Egipcia, su último disco, lleva menos de una semana en la calle, y como no podría ser de otra manera, está sufriendo las consecuencias de que con Los Planetas siempre haya dos bandos, algunas veces con argumentos, y otras sin ellos.
Por un lado el lado de los que opinan bien o mal del disco y lo hacen de forma justificada. Entre ellos, predominan los que destacan sus virtudes (que son más que sus defectos), están casi todos los medios españoles dedicados a estos asuntos. Desde Jenesaispop (me ha sorprendido la crítica porque no son fans y la suscribo casi totalmente), pasando por Mondo Sonoro, Hipersónica, Indiecaciones, La Higuera o Heineken Music. Otros sin embargo, con todo el derecho del mundo, opinan que el disco no es bueno (tiene varios defectos en mi opinión), y lo argumentan con mayor o menos fortuna.
Finalmente, por encima del bien y del mal, y sobre todo, de cualquier tipo de argumento o razón que explique una opinión, está Quico Alsedo. Al grito de “Más droga para Los Planetas”, este periodista de El Mundo, ha decidio tomarse su revancha personal con el grupo de granada en general y con J en particular utilizando la crítica de Una Ópera Egipcia como excusa perfecta.
Emulando a Guillem Caballé en su inquinia planetera y a Risto Mejide en sus maneras, Alsedo insulta al grupo partiendo de una tesis crucial y definitiva: “el disco de Los Planetas es aburrido”. El aburrimiento tiene un precio para el periodista, que tiene claro como pasárselo bien: “Más drogas para Los Planetas”,” Jota, cambia de camello, haz el favor. Que sean cinco millones de rayas.”
Pero por encima de la tesis, que es de traca, destacan las razones que justifican la opinión sobre el disco. Quico, en su alarde de análisis, critica las dos primeras canciones, salta al single cantado con La Bien Querida (que pasaba por allí y a la que también atiza), y finiquita el resto del disco haciendo una profunda reflexión sobre el cruce de pop y flamento que remata diciendo, “suena a lata”. Y lo firma para El Mundo, y el periódico se lo publica.
La primera es una horterada medioprogresiva de juzgado de guardia. La segunda es la típica canción plana de Los Planetas, una sucesión de acordes sin más y la voz doblada: sólo machacar el tema 10 ó 12 veces le podría aportar, por pura pesadez, algo de emoción. En general, así funcionan sus discos desde 1998: primero aburren y sólo repetidas escuchas generan algún tipo de, en fin, apego casi siempre generacional.
El single con la tal Bien Querida (una chica muda con canciones interesantes) es una balada tuna que lleva a Pimpinela al indie. La única que tiene un pase, ‘Romance de Juan Osuna’, es puro plagio kraut-rock. Florent grabó todas sus guitarras en 1995, en una tarde, y vive de ellas desde entonces.
Y lo del flamenco vamos a dejarlo, porque si fusionarlo con rock es convertir su riqueza de aromas, tonos y colores en un desierto de emoción plana y vacía, pues nada, cojonudo. ‘La leyenda del espacio’ sólo se sostenía por sus texturas. ‘Una ópera egipcia’ ni eso: suena a lata. Es que no tiene ni un pase: si fuera el primer disco de un grupo nuevo, no necesitaríamos un segundo.
Sin embargo, al final de su artículo se acuerda que con el disco anterior de Los Planetas no fue tan duro, así que soluciona la incosistencia con una demostración de cintura y creatividad periodística, “La Leyenda del Espacio era mejor porque tenía texturas”. “Texturas”, manda huevos.
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20 April, 2010 at 17:32
Jo, pues lo más triste de todo es que el tal Quique tiene razón!
Y mira que los amo desde el siglo pasado!! 🙂
Mira que lo he escuchado de arriba a abajo desde que lo compré y no hay manera, otra oportunidad perdida.
Saludos!
20 April, 2010 at 18:05
Pues es que es así, son un petardo y mira que me han gustado, pero claro, todos los periodistas musicales les encumbran porque son unos recogebabas y comen de lo mismo. No entiendo que hay de malo en que alguien lleve la contraria al discurso “guay” dominante, si bien al contrario los defensores de estos “indis” que van de transgresores y de alternativos no deberían criticar que alguien no siguiera la corriente o… con la iglesia hemos topado…
20 April, 2010 at 18:15
Me parece de traca que alguien pueda hacer una crítica así sin tener ni puta idea…qué majo!!! VIva flashman!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
20 April, 2010 at 18:17
Yo no discuto que el disco sea bueno o malo, sino que se insulte de forma gratuita!
20 April, 2010 at 18:49
A mi lo que me flipa es que se monte esta algarabía por un tio que no hace periodismo sino que imita a sus coetaneos del corazón del tipo “Salvame Deluxe” o deportivo tipo Eduardo Inda. Análisis de brocha gorda, rondar los 1.000 comentarios, más dinero, polémica y a por otra. Seguro que hoy Pedro J habrá preguntado quién ha escrito ese texto que ha provocado tantos enlaces a su querido periódico. Podía haber sido Kiko Hernandez y nadie se hubiera extrañado.
Y me parece increible que haya gente que defienda este formato de crítica. Los planetas no tienen que gustar a todo el mundo (faltaría más) pero parece que cierto sector al que no le entra la música de los granadinos está empeñada en creer que a los que nos gusta es por una especie de autoengaño, de lobotomización de lo indie o de pura impostura.
¿no se puede entender sin mayor pretensión que haya gente a la que nos gusten los planetas sin que nos tengan que etiquetar de forma despectiva?
Entiendo la pasión en lo positivo, en lo que a uno de gusta y le mueve y querer ensanzarlo por el gozo que nos provoca. Ahora bien que esa pasión se enquiste en lo negativo y se pase al insulto personal como argumento supuestamente artístico me parece indefendible.
De Pedro J a Jota parece que hay un abismo, en las formas y en el fondo.
20 April, 2010 at 19:05
Flash, tira de hemeroteca, las formas de este “periodista” son ya conocidas por su inexistencia… tengo datos más concretos, pero esos no te los daré por aquí 🙂
21 April, 2010 at 19:17
A mi me divierten mucho estas cosas porque son una muestra más de la ineptitud de una prensa tradicional adaptándose a nuevos medios y contextos. Fíjese que la indignación no se la provoca tanto que un tipo haga el gañán sino que un tipo haga el gañán bajo el paraguas legitimador de la El Mundo, o sea, “prensa seria”. Y lo hace, ahí está lo interesante, porque la prensa seria se ha creído que la única manera de sobrevivir está en mimetizar a “los nuevos medios” y llenarse de parafernalia blog (en estética, contenidos y maneras) sin discriminar lo que merece la pena de lo que no, incluyendo dar cancha a este gaznápiro cometiendo con cinco años de retraso los peores vicios y excesos de “los nuevos medios”, en un momento en que ni para ellos es válida la excusa de la novedad. No deja de ser curioso, por cierto, cómo “los nuevos medios” intentan asimilarse al ámbito profesional copiando los peores vicios y excesos de la prensa tradicional, nos cita usted varios ejemplos.
Mientras quiebran, lo más útil es no leerlos.
25 April, 2010 at 13:07
a mi me parece que es una crítica irracional y por tanto sin valor, porque se mete en temas personales que a la mayoría no nos importa. Otra cosa es que el disco sea un poco pestiño
26 April, 2010 at 12:42
Es que Los Planetas son pura impostura. Alguna vez no lo fueron, pero hace mucho de eso.
En ese blog he llegado a leer respuestas como “en los 90 fueron los primeros que hicieron indie”. No me jodas, si al final la crítica se queda floja!!
29 April, 2010 at 21:12
Hombre Moriarty, a mi si que me sorprendería que lo hubiese escrito Kiko Hernández porque no creo que haya terminado aún con los “cuadernos Rubio”.
Por lo demás tu análisis es prácticamente idéntico al mio, tanto en lo relativo a motivaciones como a los paralelismos que lo ilustran.
Respecto al disco aún no opino porque lo único que he oido es el adelanto que salió en vinilo hace unos meses.