Llevo media tarde escuchando Subiza, el tercer y aclamado, aun antes de ser publicado (o filtrado) disco de Delorean. Hasta este disco y su precuela en formato Ep Ayrton Senna, se podía decir que los zarauztarras encabezaban el pequeño movimiento de post punk bailable que en nuestro país, trataba de emular lo que en Nueva York hacían Rapture o Lcd Soundsystem. Veracruz, We are Standard, Mendetz o Humbert Humbert, eran el resto de grupos que, con matices, compartían gusto por mezclar guitarras, ritmo y sintetizadores. Sin embargo,el nuevo disco de los guipuzcoanos supone tal salto cualitativo, que a partir de ahora será complicado volver a comparar a Delorean con sus antiguos compañeros de generación.
Subiza se olvida de las guitarras y se centra en la pura electrónica bailable con una elegancia tal, que el resultado es comparable a cualquier gran grupo indie de electropop. Con varias velocidades, un poco de funk aquí, otro un toque ochentero allá, y sobre todo, una clase descomunal, Delorean se sitúan más cerca de Hot Chip o de Friendly Fires, que de cualquier otro grupo español actual.
Pitchfork escuchó Ayton Senna y, previendo la calidad de lo que se avecinaba, encumbró a Delorean un sito que merecen, el máximo nivel internacional.
Sin embargo, sin quitarle ni un ápice de mérito al trabajo de Delorean y aunque sea un gran disco y tenga varios hits incontestables, creo que, por culpa de mi eterna cadencia guitarrera, voy a escuchar poco Subiza. Más allá de los 20 primeros minutos, me declaro incompatible con el tono de house a lo New Order de última época que impregna todo el disco, me aburro de los ruiditos y sobre todo, no me gustan los contínuos crescendos de ritmo. En concierto o a partir de las 2:00 Am, perfectos, antes, prefiero cualquier antigua y gastada melodía.
Más información:
23 March, 2010 at 21:41
Eres un poeta!!!!!!!!!!!!