12.000 personas han llenado el Ebrovisión en la edición más populosa que se recuerda del festival burgalés. Mérito innegable porque la Asociación Rafael Izquierdo con Ramiro a la cabeza, hizo una apuesta arriesgadísima con un cartel austero y formado de manera prácticamente íntegra por grupos nacionales. El año del sold out en Benicassim, Miranda ha aprovechado que la música indie sigue de moda y que la crisis parece que se ha saciado con Sinnamon.
Como habitualmente, la organización ha sido familiar y prácticamente impecable. Reciento cómodo, precios contenidos, transportes razonables y un sonido normalmente impecable. Lástima de algunas colas al pedir bebida o tickets (en concreto, fichas de feria), y de la lluvia que deslució el fin de semana y sobre todo el camping.
En cuanto a los conciertos, el resultado ha sido desigual. Sin grandes nombres en el plano más artístico o arriesgado y sin presencia foránea, el mayor atractivo del festival era comprobar como funcionaba la mezcla de grupos consagradísimos (Niños Mutantes, Sidonie, Cooper o Love of Lesbian), con nombres más recientes y, a veces, de mayor proyección (Vetusta Morla, Cyle o Catpeople). Sobre el escenario, si tengo que elegir, me quedo con los viejunos.
Comenzamos el viernes con un trocito de Templeton, cántabros residentes en Madrid de sonido planetero y disco nuevo que enseñar, Exposición Universal. Canción y media les vimos y no estuvo mal. Niños Mutantes fueron una agradable sorpresa. No he seguido de forma regular a los granadinos y nunca les había visto en directo. Sin embargo, su disco de versiones de hace unos años (2007) y sobre todo, lo último que han publicado Todo es el momento me habían enganchado lo suficiente como para esperarles con ganas. No defraudaron, potentes y sin concesiones, hicieron disfrutar a un público formado en parte por fans de la banda. De las famosas versiones, creo que solo tocaron “Como yo te amo”, de Raphael.
A continuación Sidonie y en olor de multitudes, presentaron su candidatura a suceder a Tequila. Vestidos de músicos argentinos (chaqueta blanca por ejemplo), y presentando las nuevas canciones de El Incendio, los catalanes, aunque ya no me gusten, estuvieron más que correctos, e hicieron las delicias de un buen número de fans que incluso con carteles les animaron desde las primeras filas. Sin embargo, casi se me cae una lagrimilla cuando tocaron “Sidonie goes to Moog”, en fin, será la edad.
Vetusta Morla encabezaba el cartel del sábado. Afortunadamente, hasta el Ebrovisión había conseguido no tener enfrentarme a los madrileños en directo. En Miranda no hubo más remedio. Comenzaron flojetes, ya que fueron los únicos que no sonaron bien, especialmente en cuanto a voz. Poco a poco, y de la mano de sus fans -que no se si eran las mismas que con Sidonie u otras que les habían dado el relevo-, fueron entrando en calor hasta convertir el festival en un karaoke. Y así, entre gritos y suspuros adolescentes, sonó una misma melodía dividida entre varias canciones tan aparentes como miméticas y vacuas. A persar de todo, aquello parecía que no iba a terminar tan mal hasta que llegó “Saharaabbey Road”, y sus coros “lololololololo” y “nanananananana”, solicitados al público por sexos. En fin, para algunos un himno, para mí…
Tras los chicos de Tres Cantos, Delorean, el grupo nacional de moda gracias a la calidad de su último ep, Ayrton Senna, y a su éxito con el oráculo del indie mundial, Pitchfork. Cada día más elegantes y también más houseros, los zarauztarras hicieron bailar a todo aquel que se quedó a cerrar la noche del viernes. Después y hasta casi las 7, en la Sala Orosco pincharon Dj Pomme-Lux(e) & Amable.
El sábado comenzó con la comida popular y dos propuestas vespertinas más que interesantes, los Zodiacs y Dj Patrullero.
En cuanto a los conciertos (según me informan porque yo pinché a mitad de noche lamentablemente), Cooper estuvo a su mejor nivel. Catpeople en plan Editors, no consiguieron conectar con el público y pasaron sin pena ni gloria. Love Of Lesbian llenaron el recinto de fans y, como Vetusta Morla pero sin caer en la horterada barata, volvieron a convertir Ebrovisión en un karaoke de masas. Seguramente, el mejor concierto del festival.
Por fin Cycle recogieron los restos de dos días y los pusieron a bailar con su manida mezcla de electrónica y rock. Tras ellos, y de nuevo en el Orosco Mr Chase y Optigan 1 hasta el amanecer.
Más información:
Crónica del Ebrovisión 2006: Sábado
Ebrovisión 2008 I: Abonados al éxito
; 2024. Pocos derechos reservados. Por el poder de 
30 September, 2009 at 0:04
ja,ja…delorean no sé si te enteraste mucho…jeje.
Y …pinchaste el sábado? mmmmm….
Nostros hicimos crónica, pinha en enlace para lerla(y de paso que veas las fotos de t compañero d efoso…creo que están bastante bien ;P
, más o menos de acuerdo menos con catpeople, que a mi me encantan, y mal que no nombres a rigth ons, fueron de lo mejor. Y como siempre, Love of lesbian rulez!!!!
muaks!