Por pura higiene mental, subo a Surfer Rosa el cartel de “Diario de una ninfómana” de Christian Molina. Resulta que en este Madrid que vivimos a comienzos del siglo XXI, a la empresa de publicidad que gestiona las marquesinas de la ciudad, a la televisión pública autonómica y a una cadena de radio que pertenece la Iglesia Católica, les parece obsceno y no lo van a difundir. El cartel ha sido calificado de “dudosa legalidad” o “gratuitamente provocativo”, algo inaudito en los tiempos en los que vivimos y sobre todo comparándolo con cualquier anuncio de ropa interior femenina o masculina.
En fin, ni que por ver el cartel obligaran a ir al cine, o alguien fuera a sufrir un sock. ¿Nadie se fija en estas cosas, o en lo que pasa en Malasaña, cuando va a votar en las elecciones autonómicas o locales?
Sobre la película, adaptación de la autobiografía de la francesa Valèrie Tasso, opinaremos o criticaremos si procede cuando la veamos encantados.
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15 October, 2008 at 10:09
Lamentable que se censuren estas cosas en los años en los que vivimos.
15 October, 2008 at 10:31
Basta de bomardeo sexual a todas horas por la calle! no hay quien se concentre!! es que luego no podemos pensar en otra cosa..!!
15 October, 2008 at 11:57
Bomardeo? Si tu que caíste en la marmita de pequeño y no necesitas bombardero alguno.
15 October, 2008 at 16:06
q no te engañen, se trata de una campaña de publicidad perfectamente orquestada, publicidad gratis vamos, deseaban ser prohibidos es lo que buscaban, cualquier dia fellatios en el metro,si de esa forma me lo prohiben seguro y me ahorro una pasta, luego acuso a la cope y listos….
vaya engañaos
15 October, 2008 at 16:40
No es tan explícito como para orquestarlo. Y es campaña mundial.