Luna llena sobre Benicassim y se nota. Sobre el escenario en un directo descarnado de los Black Lips que gritan mirando el cielo, y entre el público que cada vez baila con más ahínco. Y eso que el cuarteto de Atlanta no lo puso fácil. Confusos en cuanto a sonido y en cierto modo experimentales (Jared Swilley cantaba con dos micrófonos), su directo fue indudablemente potente, pero paradójicamente falto de pegada.
Tocaban los mejores temas del Good Bad Not Evil y Cole Alexander, locuaz y valiente en mexicano gritaba a una legión de ingleses torcidos de cervezas, “Capeones de fútbol, campeones de tenis, campeones de rock…”, pero el escenario verde del FIB no terminaba de hervir como se esperaba.
Arcaicos y minimalistas en cuanto a ejecución, Black Lips finalmente decidieron tirar de temazos infalibles como “Bad kids” o “Katrina”, para elevar una temperatura que dispararon en un final plagado de riffs psicodélicos.
Por cierto, mientras escribimos estas líneas, escuchamos a These New Puritans armar un auténtico fiestón en el escenario verde.
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18 July, 2008 at 12:19
ya lo dije en su momento y lo digo ahora, black lips no son para el escenario verde, se les queda muy grande, hubiesen estado mucho mejor en las otras carpas mas pequeñas