Sábado de Bilbao BBK Live: Woodstock 1994 o Glastonbury 2007 en Bilbao

Lo dice Luis en los comentarios de los apuntes de ayer. La lluvia que cayó durante prácticamente todo el día y la noche en Bilbao, convirtió en una pista de fango todo el recinto del BBK Live. Aquellas citas míticas como Woodstock 1994 ó Glastonbury 2007 son lo más parecido que recuerdo, aunque a otro nivel. En Woodstock hubo 4 muertos, en Bilbao a lo sumo unos cuantos resfriados y algún que otro cabreo.

Es para enfadarse un poco. La climatología del Botxo no es la de Benicassim, y aún así, el recinto tiene una única zona cubierta, la carpa para los djs. Las barras y la zona de comida no tienen ni un triste toldo. Así, ayer estar en el Festival fue un auténtico engorro para todos y un infierno para aquellos que valientes subieron sin calzado o ropa adecuada para el chapuzón.

Los de la organización, como son de Cádiz como la gente de las barras, pues no sabían o no podían prever, así que disculpados, han sido causas de fuerza mayor, el cambio climático y esas cosas.

Afortunadamente, ayer hubo muchas más cosas que frío, lluvia y barro.

The Fratellis, animosos y divertidos, estrenaron disco, Here we stand, con algún single chulo como “Mistress Mabel”, aunque no tan resultón como la mítica y estupenda para entrar un poco en calor a base de saltos, “Chelsea Dagger”.

Lenny Kravitz ocupó el escenario grande y afortunadamente pudo disfrutar de sonido propio, así que dio un auténtico recital de virtuosismo musical. Guitarra, piano o saxo, toque lo que toque suena genial, lástimas que las canciones, sobre todo las de su último disco, It Is Time for a Love Revolution, con el que llenó buena parte de su actuación, no estén a la misma altura. “Mama Said”, “American Woman”, “Are You Gonna Go My Way”, siguen siendo insuperables. En el debe de Lenny, su falta de gracias. “Estamos muy bien todos. Sobre todo porque yo estoy aquí arriba y vosotros allí abajo”, dijo cuando arreciaba la tormenta. Luego trató de arreglarlo, “Estamos bien porque estamos todos juntos.”

Rem eran las estrellas del segundo día y seguramente lo serán de todo el festival. Que gozada de concierto, se nos olvidó hasta que llovía. Sonido perfecto, puesta en escena sencilla pero efectiva a base de vídeos del propio concierto, un set list generosísimo y equilibrado, y sobre todo, un Michael Stipe arrollador, derrochando talento y amabilidad.

Los de Georgia también presentaban disco, Accelerate, el mejor en bastantes años, así que centraron la actuación en las nuevas canciones pero, acertadamente, las alternaron con sus grandes clásicos. Y menuda discografía que tiene Rem en la que elegir clásicos, insuperable. De los tiempos de IRS sonaron, “Orange Crush” o “The one i love”, de los de Warner, “Drive”, “What’s the Frequency, Kenneth?”, “Walk unafraid”. Para el bis, las grandísimas, “Losing my religion” y “Man on the moon”.

Encadilados como estábamos con Rem, cambiarnos de escenario para ver el espetáculo deProdigy, solo puede compararse con viajar del cielo al infierno. Y ni porque los británicos estuvieran mal o aquello no sonara bien, sino porque desde el comienzo descargaron un auténtico aluvión de ritmo electrónico que hacía a la gente bailar hasta en el barro.

Viendo que el asunto seguía por los mismos derroteros, les vimos tocar “Smack my bitch up” y un par de cosas más y nos fuimos corriendo en busca de calor y tranquilidad.
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