Releo alguno de los titulares que encabezan las crónicas sobre la actuación de Mozz en Benicassim: “Deuda saldada”, “Morrissey cumple con el FIB”, “Panic on the streets of Benicassim”… Todos expresan de forma objetiva lo que ocurrió la noche del sábado en el escenario verde del FIB. Sin embargo, me resultan fríos porque fue mucho más. La frase que mejor expresa lo que fue el concierto, la pronunció el propio Mozz, “Tocaré una canción más y luego os abandonaré en la oscuridad”.
No me quiero extender demasiado porque soy muy fan, pero creo que Morrissey se ha convertido en un oasis de luz y lirismo dentro de pop, y aunque su actuación no fue ni mucho menos pefecta, el sábado así lo demostró.
Oscar Wilde como telón de fondo inspirador, decenas de camisetas de los Smiths, muchos gladiolos y Mozz saliendo al escenario para saludar cortésmente y comenzar a tocar “Panic”. El resto, tres camisas (amarilla bandera, azul claro y azul oscuro) y un viaje de hora y veinte minutos por la poesía, la melodía y el teatro hecho música, con alguna parada intermitente para homenajear a Syd Barrett (uno de los fundadores de Pink Floyd) o para comentar sarcásticamente las cifras de ventas de sus dos últimos discos en España.
Los mejores momentos, casi todos, “Panic”, “You have killed me”, “The first of the gang to die”, “Girlfriend in a coma”, “Let me kiss you”, “How soon is now” o “Life is a pigsty”…
Lo peor, que tenía razón, que tocó “Life is a pigsty” y nos dejó sumidos en la oscuridad.
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Escrito por Iñaki Espejo-Saavedra el 25 July, 2006
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